‘El actual debate del proyecto de ley (LIG) no supera la patologización de la identidad trans’ Miche
Conferencia Magistral con Michel Riquelme de OTD: ‘’Apuntes sobre la ley de identidad de género’’
El pasado viernes 23 de marzo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, tuvimos el agrado de contar con la presencia de Michel Riquelme en una conferencia magistral organizada por el proyecto Fondecyt ‘’Acción pública y diversidad sexual en Chile: construcciones sociales en democracia (1990-2016)’’ a cargo de la Dra. Caterine Galaz, en la cual también participó como invitado el Dr. Gerard Coll-Planas desde la Universidad de Vic, Cataluña (Revisa los videos aquí).
En la instancia, Michel Riquelme expuso algunos apuntes sobre el actual proyecto de ley de identidad de género (LIG) que se encuentra en este momento en el congreso, las deficiencias que posee y las dificultades con las que se ha encontrado en su curso.
Michel es parte de la agrupación Organizando Trans Diversidades (OTD), una de las principales organizaciones que ha visibilizado la temática de los derechos de las personas transgénero en Chile, realizando campañas e instando a parlamentarios para la agilización de una ley de identidad de género, la cual lleva ya tres diferentes proyectos de ley.
El difícil camino que ha tenido que recorrer esta ley se ha visto truncado por constantes cambios en las vocerías del gobierno, a raíz de lo cual las organizaciones han tenido que empezar a trabajar desde cero más de una vez para posicionar el tema en la agenda gubernamental.
En este tercer intento legislativo, ya se abandona el concepto de ‘disforia de género’ que operaba en el primer proyecto de ley, sin embargo, la patologización de las identidades trans es un tema que sigue muy presente, tanto en la discusión parlamentaria, como en el discurso médico que los medios de comunicación han posicionado como uno de los actores sociales más relevantes en el debate.
Uno de los puntos más problemáticos ha sido el que respecta a menores de edad, y en donde el fenómeno de la patologización se hace sentir mucho más fuerte. Parlamentarios demócrata cristianos han insistido en la obligatoriedad de certificados de ‘profesionales expertos’ para autorizar transiciones en menores de 18 años. Michel problematiza esto, argumentando que difícilmente existirían profesionales que son expertos en identidades trans, tendiendo a confundirse el prestigio social del discurso médico con la real expertise en el tema.
En este sentido, los colegios médicos han sido actores responsables en la profundización de la transfobia que existe en la sociedad chilena, indica Michel. Endocrinología y pediatría son algunas especialidades que se han manifestado en medios escritos en contra de la legislación para los menores de 18 años, argumentando una serie de requisitos y la imposibilidad de diagnosticar -nuevamente- la ‘’disforia de género’’ en niños/as. Esto psiquiatriza constantemente la identidad de personas trans, y las dota de una ilegitimidad en la que deben estar en constante validación por parte de un experto.
Una de las grandes deficiencias indicadas por Michel sobre este proyecto de ley, es el derecho a la salud de las personas trans. Hoy existen circulares ministeriales e internas sobre el uso del nombre social en servicios de salud, y, en teoría, se puede acceder al tratamiento hormonal en hospitales públicos. Sin embargo, el proceso por el cual se accede a este tratamiento sigue siendo problemático. En muchos hospitales aún piden un certificado psiquiátrico de ‘disforia de género’, y, al no tener todes acceso a una consulta psiquiátrica, el derecho universal en la práctica se entorpece.
Actualmente, la ley se encuentra en comisión mixta, en donde se evaluarán las discrepancias entre la cámara de diputados y la cámara de senadores específicamente en torno a la inclusión de los menores de 18 años y la obligatoriedad o no de certificado médico, quedando especialmente abierta la indicación sobre cuál sería trámite legal para el cambio de género. Se incluye, asimismo, la indicación sobre el resguardo del derecho a la salud, lo que puede ser un arma de doble filo, comenta Michel, ya que puede utilizarse por la argumentación conservadora para ahondar en la aún tan vigente patologización de las identidades trans.